- Establecer y desarrollar vínculos afectivos cálidos, protectores y estables.
- Construir un entorno estructurado, que proporciona modelo, guía y supervisión.
- Estimular y apoyar el aprendizaje cotidiano y escolar. Motivar y reconocer sus capacidades.
- Reconocer el valor de los hijos e hijas, mostrar interés por su mundo.
- Capacitar a los niños y niñaspara potenciar su percepción de que son agentes activos, competentes y capaces de cambiar las cosas e influir sobre los demás.
- Educar sin violencia, excluyendo toda forma de castigo físico o psicológico, teniendo presente al niño o niña como sujeto con derechos.
Recomendaciones para tener presente en la crianza
- No se puede regular el estrés de un niño o niña, si el adulto está estresado.
- Evitar los malos tratos verbales al niño o niña tales como: comentarios negativos, comentarios que definen al niño por una conducta o reacción, comentarios que generen culpa, comentarios que rechacen al niño, que pidan cosas imposibles para el niño o niña.
- Eliminar los comentarios autorreferentes como, por ejemplo, decir al niño: “Lo haces para molestarme”.
- Revisar el estilo de control que se ha estado ejerciendo, evitando lo autoritario y rígido.
- Evitar la indiferencia al niño o niña.
- Esperar que el niño o niña se calme antes de ayudarlo a reflexionar. Contener amorosamente.
- Evitar perder el control, intentar calmarse o esperar a estar calmado/a.
- Actuar con comprensión de sí mismo/a. Ser padres es un desafío diario, darse tiempo para sí, descansar, delegar, compartir tareas, hablar, pedir ayuda.
No hay fórmulas mágicas, cada niño o niña es único/a. Ser un mejor padre o madre, se puede ir aprendiendo con reflexión, ayuda y mucho amor por sus hijos.